Una de las primeras reglas que todo inversor debe aprender y grabar de por vida en su mente es la que concierne a la preservación de su capital. El dinero es al Trader como la cámara lo es al presentador de televisión o el balón al futbolista. Mientras tengamos capital, estaremos en el Mercado. Es nuestra herramienta más valiosa y la única realmente imprescindible si no queremos que nos echen definitivamente de él.
Una de las primeras cosas que se aprende como operador es lo difícil que resulta recuperar una cuenta de una serie de operaciones perdidas. No es que operemos mal, hay momentos en los que los mercados se ralentizan, se reacomodan o se vuelven demasiado volátiles. En esas situaciones, cualquier estrategia, por muy buena que sea, puede fallar, y podemos incurrir un drawdown que luego costará recuperar.
Sobrevivir en el Trading puede ser tan sencillo como cerrar el grifo a las pérdidas lo más consistentemente posible. Es la primera regla que debemos aprender. Nunca arriesgar más de lo que nuestra cuenta sea capaz de soportar sin dificultades.
Cuando ingresamos una orden al mercado, no sabemos cuanto podremos ganar, porque puede que el mercado llegue a nuestro target y cobremos, pero puede que haga lo contrario a nuestras expectativas y se escape en dirección contraria y salgamos de la operación con pérdidas. Esto es parte del Trading.
No siempre ganaremos, pero sí debemos seguir un sistema que busque ganar mayor número de veces y mayor cantidad de puntos que cada vez que se pierda.
Y es que no podemos establecer la cantidad que vamos a ganar en una entrada (nadie puede adivinar lo que hará el mercado antes de que suceda), pero si podemos saber cuánto estamos dispuestos a perder.
Si yo tengo 100.000 euros en mi cuenta de valores y decido invertirlos todos en la compra de futuros del S&P, no debería arriesgarme a perder más del 2 o el 3% de mi capital en una sola operación. Y me aseguraré un stop en caso de pérdidas en el punto en el cual mi cuenta haya perdido nunca más de 2.000 euros.
Debemos tener la fuerza suficiente como para cortar las pérdidas y cerrar las operaciones sin miedo. Y esperar a la siguiente oportunidad que nos ofrezca el mercado. Siempre nos va a dar nuevas oportunidades, y no nos será difícil operarlas, recuperarnos hacer crecer nuestro balance si seguimos esta regla, tan simple, pero tan vital para nuestra supervivencia en el mundo de los Mercados Financieros.