Los Gaps en los mercados financieros son aquellos huecos que se producen en los gráficos de las cotizaciones de un producto, como consecuencia de una variación del precio de apertura en un determinado periodo con respecto del precio máximo o mínimo del periodo anterior.
Los gaps están estrechamente relacionados con la psicología de los inversores, ya que suelen producirse generalmente en momentos de euforia, pánico o histeria colectiva. Y deben aparecer acompañados de un determinado volumen de negociación, que será muy alto o muy bajo dependiendo de la situación.
Existen tres tipos de Gaps. Los de ruptura, los de continuación y los de agotamiento.
El gap de ruptura:
En una tendencia alcista, el precio refleja un hueco con respecto al mínimo de la vela anterior, que de no ser cerrado inmediatamente, puede indicar una salida masiva de manos compradoras y entrada de manos vendedoras, lo que ha provocado esa brusca variación en las cotizaciones. Lo mismo ocurre en el caso de un gap que aparece en una tendencia bajista ya consolidada, pero con las señales a la inversa.
Para que un gap de estas características se produzca, el mercado debe encontrarse en una tendencia bien desarrollada, la cual se daría por terminada una vez aparecido el gap, iniciándose tendencia nueva. Los especuladores deberían cerrar todas sus posiciones anteriores y abrirse en la nueva.
Los gaps de ruptura no se tapan, y una vez iniciada la nueva tendencia, las zonas del hueco actúan como fuertes soportes (en tendencias alcistas) o resistencias (en tendencias bajistas)
Por otro lado, si un gap de ruptura alcista se cierra, lo más probable es que el precio, una vez superado ese nivel, continúe cayendo, y el gap haya podido ser un mero rebote técnico, anulando las hipótesis del posible cambio de tendencia.
Todo gap de ruptura debe ir acompañado de un gran volúmen de contratación. A mayor volumen, mayor fuerza y relevancia tendrá el hueco. Además, deberá ir apoyado por niveles de sobrecompra (en caso de gap bajista) o sobreventa ( en caso de gap alcista) en los indicadores y osciladores con los que trabajemos (RSI, Stochastic)…
El gap de continuación:
se caracteriza fundamentalmente porque aparece y se forma a favor de una tendencia ya en curso. No existe lugar a dudas en este sentido con respecto a un gap de ruptura. El de agotamiento se forma mucho despues que el de ruptura, y actua a favor de la tendencia en curso. Suele formarse como consecuencia de una euforia colectiva una vez los inversores se dan cuenta de la buena salud y fortaleza de una tendencia ya en curso. El hueco en los precios es consecuencia de esa demanda repentina.
Suelen venir acompañados de un volumen de contratación bastante elevado, que aunque no suele ser tan grande como en el caso de un gap de ruptura, es mayor que el de cualquier otro periodo normal de ese valor.
El gap de agotamiento:
Aparecen como último aliento y empujón por parte de las fuerzas que movían la tendencia en curso, que una vez tapado y cerrado, desaparecen, dejando camino despejado a la nueva fuerza que se inicia a la contra.
Todos los gaps de agotamiento se tapan. Alguna vez pueden llegar a confindirse con los gap de continuación. Pero si después de un tramo bien definido, aparece un gap y este se tapa, es sin duda un gap de agotamiento. Y se caracterizan por un volumen de contratación muy muy bajo el periodo inmediatamente anterior al que se produce el gap.
Los indicadores osciladores también acompañaran al gap, apareciendo sobrecomprados si se trata de gap bajista, y sobrevendidos si se trata de gap alcista.
En resumen, los gap de ruptura no suelen taparse y actúan como fuertes resistencias y soportes, indicando el inicio de una nueva tendencia. Los de continuación generalmente no se cierran aunque pueden llegar a cerrarse, e indican que la tendencia en curso mantiene una buena salud y fortaleza. Los de agotamiento se cierran todos y son señal inequívoca de que la tendencia en curso ha finalizado.
Los gaps de ruptura son los que más volumen de contratación mueven, lo que le diferencia considerablemente de los gaps de agotamiento que no mueven prácticamente ningún volumen el periodo inmediatamente anterior al del gap.
A mayor temporalidad gráfica, mayor peso y relevancia tiene un gap. No es lo mismo un gap en gráficos de 5 minutos que en gráficos diarios.