A las puertas casi de acabar el año 2012 y haciendo ya balance de todo lo más relevante que haya podido suceder en estos últimos doce meses, viene casi irremediablemente a nuestra cabeza un término que ha llegado a formar parte de nuestro día a día, que ha trascendido a todos los informativos y que ha condicionado la vida de millones de personas, sobre todo en los países más castigados de la Eurozona. Nos referimos a la Prima de Riesgo, presente en todas las casas de las familias de clase media.
Una prima de las que pocos habíamos oído hablar hasta ahora y de la que, por desgracia, todavía hoy desconocemos demasiado. En el artículo de hoy intentaremos aportar alguna luz sobre este tema.
La prima de riesgo no es sino la diferencia entre el bono a 10 años emitido por un gobierno o país y el bono alemán. Y, ¿por qué el Alemán, si últimamente, con tanta medida de austeridad que están imponiendo, nos están haciendo la puñeta y ya les hemos cogido una poca manía? Pues, porque nos guste o no, la economía alemana es la más solvente de la zona Euro y en la que, en este momento, mejor se puede confiar.
Y los bonos (el bono español, el bono alemán…) son una especie de préstamo que un país (o gobierno) pide a sus inversores para poder financiarse. A cambio, el gobierno o país que emite esos bonos, se compromete a devolver a cada inversor el capital invertido junto con los intereses generados por esa financiación. De ahí que técnicamente se les llame Títulos de Deuda.
Naturalmente, cuanto mayor sea el riesgo de un país, menos saneada esté su economía o su solvencia pueda ser más dudosa, mayor será el interés que éste deba pagar a los inversores para que tomen el riesgo de adquirir su deuda, es decir, sus bonos.
Estamos acostumbrados a escuchar en los informativos cómo el Estado ha emitido una subasta de deuda a 10 años al 6% de interés. Es el interés mínimo al que los inversores han decidido financiar al Estado. De ahí que una economía que no goce de la confianza de los inversores se verá obligada a pagar un mayor interés en las subastas. España en estos momentos emite sus bonos a 10 años al 6%, mientras que Alemania lo hace al 1%.
Y la prima de riesgo es la cifra resultante de esas dos variables. Tomando estos últimos datos como ejemplo, la diferencia entre el bono español con respecto al bono alemán sería del 5% (6% – 1%). Y esta cifra se multiplica por 100 para eliminar el valor porcentual. Por tanto, la diferencia entre el bono español y el bono alemán sería de 500 puntos básicos. De ahí que la prima de riesgo de España sea de 500.
Matemáticamente, es así de simple.
Y técnicamente, parece un sistema en el que todos ganan. Si el estado necesita 2.000 millones y no los consigue ofreciendo títulos al 5,5% de interés, pues ofrece el 6%, y si no, pues el 7%. Una vez llegan a un acuerdo, parece que ambas partes salen ganando. La primera consigue su finanaciación, y la segunda una alta rentabilidad.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Existe un dato, estrechamente relacionado con los bonos y las primas, que muy pocos conocen y que algunos se esfuerzan en que no se publique en los medios.
Se trata del riesgo real que existe de que el estado no pueda devolver el dinero invertido en este tipo de emisiones.
Se conocen como CDS (del inglés «Credit Default Swaps»), que es un seguro de riesgo que el inversor paga al comprar la deuda y evitar el impago de la misma por parte del estado.
Las cifras del precio del CDS tienen muchísima mayor relevancia que la propia Prima de Riesgo. Cuanto mayor sea su precio, mayor será el riesgo de que el estado no pague su deuda.
Pero desgraciadamente, quizá porque los medios de comunicación no dispongan de esos datos, o porque el Gobierno no los quiera hacer públicos, se busca cansinamente que centremos nuestras miradas y nuestros esfuerzos en las Primas de Riesgo. Porque pretenden que creamos que son las primas las que provocan la creación de nuevos puestos de trabajo, la liquidez y solvencia de las empresas nacionales, la subida de los valores en los mercados, la caída de los impagos en las hipotecas, etc.
Sí pero no. En última instancia, la prima de riesgo es el resultado de la imagen que los medios internacionales muestran de nosotros al mundo, la que hace que se genere mayor o menor confianza en la economía de una zona: pero más allá de la que pueda generar un pueblo manifestándose. La verdadera imagen de un país viene del mismísimo Banco de España (la entidad reguladora de toda la economía del país), con sus oscuras tramas y fusiones y su poca transparencia, el sistema financiero o la poca credibilidad de un gobierno.
La salida a la crisis está mucho más allá del diferencial entre títulos de deuda. Pero mientras desde arriba no encuentren soluciones, buscarán que nos comportemos como burros mirando pasar el tren, desviando nuestra mirada hacia todo aquello a lo que ellos estén buscando que miremos…