Los Hedge Funds son herramientas de inversión gestionadas de manera privada por sociedades profesionales, que cobran determinadas comisiones por su gestión además de un porcentaje de los beneficios que puedan obtener de sus operaciones.
Son herramientas sólo disponibles para grandes inversores ya que requieren de una importante inversión mínima para entrar en ellas. Se dice que los grandes Fondos de inversión colectiva exigen un mínimo por encima del millón de dólares a sus clientes. Unos clientes entre los que suelen encontrarse importantes bancos centrales.
A grandes rasgos, son fondos que buscan obtener beneficios explotando las oportunidades de todos los productos financieros disponibles: acciones, futuros, opciones, divisas, tipos de interés, etc. Se trata de una especulación constante en la que suelen alternar, a modo de cobertura, operaciones en corto y en largo de los diferentes activos.
Dadas sus características y las leyes que las rigen, se puede decir que gozan de una serie de beneficios que las hace extremadamente potentes frente a los demás instrumentos de inversión.
– A diferencia de los fondos tradicionales, los Hedge Funds permiten operar con dinero prestado, exponerse a grandes apalancamientos financieros, ejecutar ventas a descubierto y el uso de activos fiancieros más atractivos. Estos factores los convierte en productos potencialmente mucho más rentables y poderosos.
– Están condicionados a una escasa o nula Regulación. No están obligados a dar información de sus operaciones así como tampoco presentar liquidez diaria.
– La revocación de La Ley Glass-Steagall en 1999, que volvía a permitir a bancos y fondos el uso del dinero de sus clientes para inversiones privadas, otorgó aún más fuerza a los Hedge Funds. Hoy en día, estos Grandes Fondos Privados son capaces de mover inmensas cantidades de dinero llegando a hacer tambalear los Mercados con sólo sus operaciones.
Se dice que los más grandes gestores de Fondos, entre los que se encuentran algunas de las mayores fortunas del mundo, han sido los desencadenantes de las recientes crisis financieras. Han empujado, con dinero prestado y vendiendo a descubierto, las caídas de bancos como Lehman Brothers o la crisis de la zona Euro y la moneda comunitaria. Es el mayor problema cuando se acaba permitiendo que la mayor parte de la riqueza se mueva en unas pocas manos.
Claro es el ejemplo de George Soros, cuyo Fondo Privado especuló contra la libra esterlina el 16 de septiembre de 1992, dando lugar al “Black Wednesday” o Miércoles Negro difícil de olvidar en el Reino Unido y gran parte de Europa. Una jornada que hizo a Soros ganar 1100 millones de dólares en aquella jornada y al Sistema Monetario Europeo desestabilizarse, provocando la devaluación en cadena de la Lira italiana, La peseta y la libra irlandesa.