El ser humano, en su afán de superación, siempre ha considerado que el camino a su éxito estaría acompañado de ciertas dificultades.
En parte debido a viejos paradigmas apegados a nuestra vida, o la negación a creer en nuestras posibilidades, siempre hemos considerado que debíamos sufrir, tomar riesgos y sacrificar gran parte de lo que somos o de lo que tenemos, por el hecho de alcanzar nuestros objetivos.
Hemos llegado a convencernos del mayor número de probabilidades que tenemos adentrándonos en abruptos caminos empinados, desechando casi inconscientemente las opciones de senderos llanos en ese proceso a nuestros objetivos, ya sean en el ámbito profesional, físico o emocional.
Dicho de otra manera, «el que algo quiere algo le cuesta» o «para triunfar hay que sufrir». No existe el camino fácil.
La Teoría de la Navaja de Ockham se ha hecho famosa justamente por todo lo contrario. Apoyada por profesionales en muchos ámbitos de la ciencia y comprobada su veracidad a través del tiempo, viene a demostrar que no siempre lo más estudiado, meditado, contrastado o complementado, genera mejores resultados.
También denominado «Principio de Economía», «Principio de Parsimonia» o «Principio de Simplicidad», la Navaja de Ockham es un principio de razonamiento atribuído al monje franciscano y filósofo Guillermo de Ockham, por el cual, cuando varias hipótesis, teorías o análisis en igualdad de condiciones tienen las mismas consecuencias, la más simple tiene más probabilidades.
Con el paso del tiempo, ha venido siendo aplicada constantemente en el mundo de la ciencia o la filosofía con el fin de simplificar teorías o argumentaciones.
Sin embargo, el verdadero valor que pretendemos dar a esta teoría en nuestra faceta como especuladores es el de no buscar complicar las cosas si pueden mantenerse simples.
Los ingleses han puesto muy de moda el principio de «K.I.S.S.» (beso) y que no es otra cosa que el Principio de «La Navaja de Ockham» actualizado a nuestros días:
Keep
It
Simple,
Stupid!
En tus estrategias de trading, tus gráficos de velas, tus indicadores técnicos, etc, no creas que por el hecho de saturar tu pantalla, tripliclar el número de monitores, estar pendiente de todas las noticias y datos Fundamentales, o aplicar complicados métodos de predicción casi inteligibles, estarás más cerca del éxito como Trader. Muchas veces, una estrategia sencillita operada estrictamente y sin salirse del plan, generará mejores resultados…