La experiencia demuestra que hay ocasiones en las que, a pesar de llevar los precios una secuencia de altos y bajos cada vez más altos y seguir escalando poco a poco, hay ciertas señales inequívocas que vaticinan un cambio inminente en el Mercado.
Las Tendencias deberían caracterizarse por tener impulsos rápidos y recorrer mucho precio, y retrocesos lentos que se mueven en rangos relativamente estrechos.
Los retrocesos vienen a ser descansos que efectúan las Tendencias, y generalmente suelen darse cuando los Traders toman utilidades al alcanzar los impulsos sus zonas de Tarjet o niveles de soportes o resistencias. Son movimientos en los que el precio, al carecer de la fuerza que no imprimen compradores ni vendedores, se mantiene relativamente enrangado sin superar Máximos en las Tendencias Alcistas o Mínimos en las Tendencias Bajistas.
Los impulsos, por el contrario, al ser movimientos que se caracterizan por su fuerza y velocidad, no deberían dibujar movimientos canalizados, ni ningún tipo de figuras en general. Todas las Figuras Chartistas surgen en los movimientos correctivos o como síntoma de Impulsos debilitados.
Una cuña alcista, por ejemplo, nos muestra la dificultad del precio de alcanzar nuevos máximos. El Mercado continua validando nuevos Valles, lo cual es una señal inequívoca de que la Tendencia no ha cambiado, pero los impulsos cada vez son más pequeños. Si a esto se le suma que el precio pueda estar necesitando más tiempo para romper las últimas resistencias, es muy probable que la Tendencia esté próxima a finalizar.
Ocurre lo mismo con un HCH.
Tras un último Máximo que se devuelve en exceso (primer Hombro), lo cual ya debe ponernos en guardia, el precio consigue romper todavía ese nivel de Resistencia. Sin embargo, un nuevo retroceso profundo (Cabeza) nos vuelve a avisar de la dificultad para seguir el ascenso de la cotización. La confirmación llegará en el momento en el que un último intento por romper la resistencia más reciente carece de la fuerza suficiente para hacerlo, y tras confirmar la debilidad al romper la línea de tendencia o de aceleración por el lado contrario (segundo Hombro), el Mercado terminará desmoronándose.
Lo mismo podríamos decir de los Dobles y Triples Techos, y también de todas sus correspondencias para los Mercados Bajistas.
Con los Triángulos, Rectángulos, Banderas, etc, ocurre parecido. Todas estas Figuras aparecen durante a formación de los Retrocesos, es decir, son parte de ellos. No Validan nuevas Cimas o Valles, y el Precio, de alguna manera, tiende a contraerse en rangos reativamente pequeños, algo característico de un Retroceso: Consume demasiado tiempo para recorrer poco precio. Habremos de esperar a la rotura de la Figura con Fuerza y Velocidad para determinar en qué sentido se mueve la Tendencia y comienza el siguiente movimiento impulsivo, que es el que verdaderamente nos interesa.
Debemos recordar que la Tendencia es nuestra amiga y procuraremos siempre operar a favor de ella. O lo que es lo mismo, subirnos al inicio de los impulsos y movernos con ellos, tomando ciertas utilidades y beneficios parciales de vez en cuando, aprovechando las zonas de descanso y retrocesos.