La Banda de Bollinger es un indicador desarrollado por John Bollinger y que tiene la paricularidad de formar un rango, quedando delimitado el precio por dos desviaciones formadas a partir de una media móvil.
Debido a que la desviación estándar es una medida de volatilidad, las bandas de Bollinger se van ajustando a las condiciones de mercado.
Cuando los mercados se vuelven más volátiles, las bandas se amplían (se alejan de la media) y durante periodos de menor volatilidad, las bandas se contraen (se acercan a la media).
Cuando las bandas están muy pegadas puede ser una primera indicación de que la volatilidad está a punto de aumentar considerablemente.
En los mercados, ocurre constantemente una y otra vez: Los periodos de poca volatilidad siguen a los periodos de mucha volatilidad. Y viceversa. Una y otra vez… De ahí que este indicador sea de tanta utilidad. El estrechamiento es señal de que periodos de mucha volatilidad puedan estar cerca.
En la práctica, este indicador tiene diferentes utilidades. Personalmente, a nosotros nos gusta valernos del indicador Bollinger para
1. operar roturas de rangos e incrementos de volatilidad que son los que preceden a movimientos fuertes y veloces,
2. detectar finalización de las tendencias debilitadas y posicionarnos para las nuevas tendencias o correcciones importantes a las mismas.
Los siguientes gráficos esclarecerán la mayor parte de las dudas al respecto de en qué situaciones nos resultarán útiles:
En la práctica real, las Bandas de Bollinger son uno de los indicadores más extendidos entre los traders, y sus valores %B y BandWidth suelen estar entre las variables más utilizadas para todo tipo de sistemas automáticos y asesores expertos.
En los siguientes videos mostramos algunos ejemplos en vivo del uso del indicador así como algunas de las estrategias más efectivas:
tendencias
Todas las entradas etiquetadas como tendencias
Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de operar mercados laterales es que no todos los activos son apropiados para ello. En el mercado de divisas, por ejemplo, todos los pares principales, es decir, aquellos que tienen al Dólar Americano como uno de los pares negociados, están demasiado expuestos a cambios bruscos en el movimiento de los precios y siempre hay demasiados acontecimientos que le pueden afectar de una manera considerable, haciendo la operativa de rangos demasiado complicada en estas ocasiones. No podemos olvidar que el Dólar Americano es, por excelencia, la moneda más negociada en el mundo, con más del 80% de las transacciones que se realizan diariamente.
Por ese mismo motivo, como lo que buscamos en esta operativa es un movimiento constante pero lo suficientemente tranquilo como para permanecer delimitado entre ciertos rangos de precio, siempre intentaremos evitar los «Mayors» o pares principales (Eur/Usd, Aud/Usd, Gbp/Usd, Usd/Chf, Usd/Cad, Usd/Jpy) y buscaremos los cruces que puedan adaptarse mejor a las condiciones que necesitamos.
Del mismo modo, no todos los cruces suelen comportarse de manera tranquila. Existen los cruces de alto riesgo, caracterizados por sus altas volatilidades, que los hace más adecuados para mercados en tendencia que para estrategias en rango.
Estos cruces suelen coincidir con aquellos pares de divisas que tienen altos diferenciales en sus tasas de interés. Por eso, conviene tener presente los diversos diferenciales y asegurarnos de operar aquellos pares que se adecuen a nuestras condiciones óptimas de mercado.
Además, evitaremos, en la medida de lo posible, momentos de acontecimientos fundamentales y si fuera necesario, los momentos en los que se solapan las diferentes sesiones (europea y americana, americana y asiática, o asiática y europea) donde se concentra la mayor parte de volumen y volatilidad que podrían afectar a nuestra operativa.
Una vez establecido el tipo de mercado apropiado para nuestra estrategia para operar en rango, lo primero que debemos hacer es descartar aquellos mercados que muestren una tendencia lo suficientemente sana, pues no nos resultará nada rentable este sistema en mercados tendenciales.
Una de las mejores maneras de comprobar la salud de las tendencias es por medio de las líneas de tendencia, de las cimas y de los valles. Si las líneas de tendencia aguantan las ondulaciones del precio, y las resistencias son rotas en mercados alcistas, o los soportes en mercados bajistas, va a ser clara señal de fortaleza a la que no podremos enfrentarnos.
Así pues, operaremos aquellos cruces cuyos precios estén rompiendo líneas de tendencia y al mismo tiempo permanezcan rebotando en zonas de soporte o resistencia, buscando que entren en periodos de debilidad y permanezcan durante cierto tiempo sin ninguna dirección definida.
A la hora de buscar entradas y salidas, nos guiaremos por varios indicadores. Por un lado, el Stochastic, cuyos fundamentos y utilidades hemos explicado en este artículo, y por otro, el RSI o Relative Strenght Index, que también hemos explicado en este otro artículo.
La combinación de estos dos indicadores nos ayudarán a filtrar un poquito mejor nuestras entradas.
Tanto el Stochastic como el RSI son indicadores que, combinados correctamente, pueden funcionan muy bien en mercados laterales. En el siguiente video explicamos la mejor manera de aprovechar las zonas de sobrecompra y sobreventa de ambos y, gracias a las medias alisadas de uno y las medias más rápidas del otro, nos permitirá aplicar una estrategia para mercados laterales mucho más efectiva.
Como ya hemos mencionado en anteriores artículos, un mercado lateral supone un grave problema para todos aquellos sistemas y operadores seguidores de tendencias. Siempre se ha mencionado que los mercados en rango pueden generar muchas señales falsas y pérdidas iguales o superiores a las obtenidas durante una fuerte tendencia. Por eso es que siempre intentamos aprovechar al máximo estas tendencias, para poder compensar esos periodos laterales y entradas fallidas que se puedan acumular.
Los pares nobles, en tendencias sanas, pocas veces suelen dar señales falsas. Y cuando las dan, suelen ser periodos en los que, con una buena gestión monetaria, pronto se recuperan esas pérdidas.
Pero nunca nos cansaremos de repetir que los mercados se mueven la mayor parte del tiempo en rangos más o menos amplios, sin definir tendencias claras. Rompiendo las estadísticas, provocando drawdowns y acumulando señales falsas y operaciones negativas. Por eso, a pesar de no recomendar los periodos mal definidos, siempre nos gusta diversificar nuestras estrategias y aprovechar aquellas herramientas que puedan arañar beneficios de todas las diferentes fases del mercado.
En los artícculos que dedicamos al indicador Stochastic o al indicador RSI, vimos que son osciladores que miden los niveles de sobrecompra y sobreventa del precio. Generalmente, y en mercados sin una tendencia definida, estos niveles suelen ser tenidos en cuenta para tomas parciales de beneficios y salidas del mercado. Y como consecuencia, generan posibilidades de giro en la dirección del precio. Es por ello que son unas de las mejores herramientas para operar mercados en rangos.
El problema es que estos niveles de sobrecompra y sobreventa van a funcionar bien UNICAMENTE en mercados laterales, y éstos pueden permanecer, en tendencias más o menos fuertes, largos periodos de tiempo sobrecomprados o sobrevendidos…
Es difícil saber cuándo un mercado está lateral hasta que ya ha pasado un determinado tiempo en ese rango de precios. Por ejemplo, una tendencia alcista puede dar señales de debilidad, pero no nos va a avisar cuándo se acaba. Y cuando se genere un retroceso, los operadores estaremos esperando que se alcancen nuevos máximos. El mercado no siempre superará los últimos máximos al primer intento, y es probable que vuelva a retomar una cierta caída, quizá hasta los niveles del retroceso anterior, en el mejor de los casos. En este supuesto, es ahora cuando podríamos hablar de un mercado lateral, cuando ya llevamos un tramo bajista inicial, un segundo tramo alcista y un tercer tramo a la baja. Es a partir de este momento, y no antes, que el rango se ha establecido. Pero nadie nos asegura que ese rango vaya a continuar por mucho más tiempo. Del mismo modo que en las tendencias, si nos incorporamos a un rally después de haber realizado éste una parte importante de recorrido, es posible que nos estemos incorporando cuando la mayoría de operadores ya esté saliendo y justo en ese momento el mercado comience a darse la vuelta.
Los mercados laterales se corresponden con periodos correctivos de temporalidades superiores. Así, un rango en el par EurUsd en torno a 1.30-1.35 que se haya formado después de una fuerte subida que se ha llevado los últimos meses en un gráfico diario, se corresponderá con un retroceso semanal a esa misma subida. Y una de las primeras reglas que nos han enseñado en el Trading es que nunca operemos en contra de la Tendencia. Y operar ventas en un rango diario como el de este ejemplo sería operar en contra de la tendencia alcista semanal. Por eso, quizá sería más fácil y rentable operar ese mismo tramo en gráficos de 1 hora, teniendo en cuenta que es muy probable que ya se nos haya formado una tendencia bajista en 4 horas.
No obstante, con este y sucesivos artículos iremos explicando algunas recomendaciones y estrategias para operar en rangos con mayores probabilidades de éxito. Profundizaremos en las utilidades de indicadores como el Stochastic o las Bandas de Bollinger, y otros datos importantes a tener en cuenta.
A la hora de analizar los diferentes movimientos de los mercados y teniendo en cuenta el volumen de capital movilizado y las posibles posiciones que pudieran estar efectuando las manos fuertes y tomar nuestras decisiones en base a las intenciones que puedan tener con respecto a los próximos movimientos del precio, existen algunos indicadores técnicos que pueden ayudarnos a identificar las etapas de acumulación y distribución que suelen provocar con sus tomas de posiciones.
Entre ellos, uno de nuestros indicadores preferidos y, al mismo tiempo, muy sencillo a la hora de interpretar y operar, es el indicador de acumulación/Distribución ( Accumulation Distribution Line o ADL) de Marc Chaikin.
Tan sólo por hacernos una idea de cómo está formado, explicaremos su fórmula sin detenernos en detalles.
Su cálculo se divide en tres pasos:
Un primer cálculo del factor multiplicador o Money Flow Multiplier
[(Cierre – Mínimo) – (Máximo – Cierre)] /(Máximo – Mínimo)
Un segundo cálculo del volumen de flujo o Money Flow Volumen
Flow Multiplier x Volumen del período
Y un tercer cálculo del ADL propiamente dicho
ADL Anterior + Money Flow Volume del período actual
Y la interpretación es realmente sencilla:
La línea del indicador nos permite comprobar en cierta medida la salud de la Tendencia. Si el indicador sigue la misma dirección del precio, es señal de que la tendencia mantiene una fuerza relativa, sin síntomas de debilidad aparente, y con expectativas de que no varíe en el corto plazo. En una tendencia alcista lo suficientemente sana, por ejemplo, el indicador de Acumulación/Distribución acompañará al alza los movimientos del precio, a medida que éste siga generando máximos cada vez más altos.
En una tendencia bajista sana, la línea del indicador caerá del mismo modo que cae el gráfico de cotizaciones.
Nunca está de más conocer la salud de una tendencia en la que nos encontramos inmersos, y para ello este indicador es una buena herramienta. Pero donde realmente podemos obtener valiosa información es en la posibles divergencias que puedan producirse entre éste y el precio.
La principal razón de las divergencias es la siguiente: las manos fuertes intentan posicionarse en el mercado poco a poco, de manera que los precios no se disparen y así mantener sus entradas a unos precios lo suficientemente buenos. Así, cuando compran, a medida que van adquiriendo papel, realizan ventas relativamente fuertes para atraer vendedores y mantener los precios incluso mejorarlos. Es o que se denomina Fase de Acumulación. Y así, consiguen entrar al mercado con enorme cantidad de compras a los mejores precios y finalmente, cuando creen que no pueden mantenerlos más, pegan el último empujón provocando las verdaderas subidas.
En la fase de distribución ocurre exactamente lo mismo, pero en sentido contrario. Después de grandes subidas, las manos fuertes, viendo la imposibilidad de hacer subir más los precios, van soltando y vendiendo paulatinamente sus activos, realizando algunas compras de vez en cuando para que los precios puedan mantenerse relativamente altos y salir de las posiciones a los mejores precios, hasta que ya se deshacen de todo el papel y provocan su desplome con las ventas más fuertes. Así, de nuevo, una vez hayan caído las cotizaciones volverán a empezar a adquirir nuevo papel en los precios más bajos.
En la gráfica de cotizaciones, estos procesos de acumulación y distribución suelen pasar desapercibidos y muchas veces lo que pudiera ser una caída del mercado puede ser una fase de compras «escondidas» de las manos fuertes que se están preparando para emprender un vertiginoso rally alcista.
El indicador presenta en ocasiones divergencias que se producen debido a esas compras y ventas «escondidas» y que son señales de los posibles cambios inminentes de las tendencias.
Así, cuando los precios muestran una tendencia al alza y el indicador se presenta bajista o plano, puede ser indicio de que las manos fuertes hayan empezado a distribuir el papel a escondidas y poco a poco, con intención de revertir la tendencia y hacerlo caer con fuerza.
Al revés, cuando las cotizaciones caen y el indicador se muestra alcista o plano, puede ser señal de la compra y acumulación de papel por parte de las manos fuertes, con algunas ventas para mantener buenos precios mientras van tomando todas sus posiciones, a la espera de provocar el golpe decisivo al alza una vez se hayan posicionado por completo.
Las divergencias del indicador Acumulacion/Distribución suelen anteceder a grandes movimientos de los mercados, ya que son divergencias provocadas por las manos fuertes. Sin embargo, como todo indicador, siempre nos informa con cierto retardo y conviene filtrar sus señales con otros indicadores, roturas de niveles del precio o diferentes patrones o figuras chartistas para tener confirmaciones más fiables.
Joe DiNapoli explica los tres modos diferentes entre los que podemos elegir para situar nuestros Stops con su sistema, que también podríamos aplicar a cualquier otro tipo de sistema o estrategia de Trading…
1. El primer tipo lo denomina “Bonsai”
y es un stop que se coloca a determinada distancia de nuestra entrada, sin ningún lugar específico. Se basa simplemente en esa distancia preestablecida. Teniendo en cuenta la temporalidad y volatilidad del mercado en el que nos encontremos, podrían ser, por ejemplo, stops de 8 pips para las entradas en el EUR/USD en 5 minutos, de 40 pips para las diarias o de 200 para las semanales.
Es un método sencillo, que facilita el trabajo de programación, agiliza nuestra operativa y nos permite dedicarle más tiempo a tareas más delicadas como el análisis de los gráficos. La mayor parte de scalpers lo utilizan, y ahorran cantidad de tiempo y esfuerzo ya que prácticamente todas las plataformas permiten automatizar este tipo de órdenes.
Los “Bonsai” bien aplicados, suelen tener una relación Beneficio/Riesgo muy buena, a veces mayor al 2 a 1. En temporalidades cortas en muchos de los pares de divisas, es habitual tener nuestro stop a 10 pips y aspirar a un profit coherente a 20 o 25 pips. Pero al tratarse de stops que no están situados en ninguna zona de soporte real, suele ser también habitual que el mercado prácticamente no los detecte, reviente nuestras entradas y terminen siendo unos stops no demasiado prácticos. Sólo cuando encontramos un sistema que tiene una relación B/R lo suficientemente grande como para compensar el doble de operaciones perdidas que las ganadas, sólo entonces podremos decir que el “bonsái” sea una buena opción. Desde aquí es un stop que no solo no practicamos, sino que, salvo específicas situaciones como el scalping, ni siquiera recomendaríamos.
2. El segundo tipo de stop se denomina “bushes”
o arbustos y se caracteriza por situarse en zonas específicas que suelen coincidir con un nivel de retroceso de Fibonacci al 38.2% o al 61.8%. Generalmente, será el siguiente nivel Fibonacci que encontremos inmediatamente después de la zona de nuestra entrada al mercado. Joe lo denomina de esta manera porque la acción es similar a la del cazador que se esconde detrás de los arbustos esperando su presa, y cuando encuentra la oportunidad de disparar, dispara mientras permanece escondido tras los arbustos. En este tipo de stops, realizas tu entrada, y resguardas tu operación con un stop por detrás de ese arbusto que es una zona de soporte o resistencia importante en la que se encuentra el nivel Fibonacci.
Los “Bushes” suelen sostenerse mejor que los del tipo Bonsai, ya que aquellos no coincidían con ninguna zona de soporte o detención del precio.
3. El tercer tipo de stop es el “Buscaminas”
que resulta el más eficaz de entre los tres. Generalmente suele colocarse en una zona de confluencia que es una zona de soporte de precios de muchísimo más peso y mayor capacidad de detención. En este tipo de operaciones, las entradas se suelen generar también en zonas de confluencia y los stops se suelen situar en la siguiente zona de confluencia o, en el inicio del punto de reacción más cercanos. Cualquiera de estas dos zonas son zonas de verdadera importancia y peso, y son los lugares estratégicos donde mejor podemos resguardar nuestras operaciones.
Tanto los stop del tipo “Bush” como los del tipo “Buscaminas” requieren mayor tiempo de dedicación y análisis del mercado que los “Bonsai”. Y en ocasiones, el ratio Beneficio/Riesgo puede no ser tan tentador en estos dos tipos como en aquel. Sin embargo es compensado con un mayor porcentaje de efectividad cuando se realiza de manera correcta.
En la imagen superior, del par EUR/USD en temporalidad diaria, podemos observar un fuerte movimiento alcista, que nos ha dejado dos puntos de reacción cuyos Niveles Fibonacci 38.2 del impulso pequeño, y 61.8 del impulso grande, confluyen casi milimétricamente en la zona que hemos marcado de verde, alrededor del 1.4000-1.4005
Si hubiéramos operado con un stop del tipo Bonsai, nuestra orden habría sido entrar alrededor del 1.4010 (nunca esperaremos a que toque físicamente la zona, porque muchas veces suele acercarse casi al sitio pero sin llegar a morderla, lo que nos dejaría sin entrar a mercado), y habríamos situado el stop unos 10-15-20 pips por debajo de esa zona de entrada.
En el caso de una entrada con stop del tipo “Bush” o “buscaminas”, habríamos asegurado un poquito más nuestra posición ubicando nuestro stop en la zona de confluencia siguiente a la que hemos ingresado a mercado. En este caso, habría sido la zona donde confluyen el inicio del punto de reacción 2 con el 38.2 del retroceso de Fibonacci desde el punto 1.
En cualquiera de los supuestos, nuestra operación habría resultado ganadora. Y al ser menor la distancia a nuestro stop operando con el supuesto primero, podríamos haber ingresado un número mayor de lotes a igual riesgo de pérdidas (Vease el Sistema de lotes variables), con lo cual, en este caso, la mejor opción habría sido un “Bonsai”.
Sin embargo, ya hemos dicho que, con esta opción primera, por cada vez que el mercado nos regala una operación ganadora, ya nos ha robado unas cuantas operaciones perdedoras…
Con la siguiente imagen nos daremos cuenta de que el mercado, muchas veces, no termina de ser tan preciso y exacto como nos gustaría.
Se produce una zona de confluencia en los niveles 38.2 y 61.8 de los puntos de reacción 1 y 2 (Los niveles del punto 3, por motivos de claridad, y puesto que el precio ya los ha rebasado, los hemos eliminado).
Si hubiéramos ingresado una orden de compra en esa zona de confluencia, probablemente nuestro stop del tipo “Bonsai” hubiera sido tocado y nuestra entrada habría resultado perdedora.
Sin embargo, sacrificando un poco nuestro Ratio B/R con intención de asegurar nuestra operación, si hubiéramos situado nuestro stop en la siguiente zona de confluencia, en este caso la que corresponde al nivel 38.2 del movimiento 1 con el inicio del punto de reacción 2, la entrada habría resultado perfecta. Veamos cómo después de tantear la zona del 1.2750, el precio es soportado y rebota hasta nuevos máximos.
En la primera parte que publicamos sobre el Método DiNapoli, decíamos que antes de intentar entrar a mercado en busca de beneficios debemos tener clara la dirección o tendencia y operar siempre a favor de la misma. Eso no es soo apicable a este método, sino a cualquier estrategia. Existen sistemas muy efectivos que se aplican durante los retrocesos, pero es como querer remar en un río contracorriente. Además de la energía que consume, el riesgo al que nos exponemos suele ser mucho mayor.
El Método DiNapoli se vale de las DMAs o medias móviles desplazadas para determinar la dirección y tendencia del precio.
En el siguiente gráfico diario del USD/JPY, la dirección que nos va marcando la DMA de 7×5, sufre varias roturas por parte del precio, como consecuencia de varios retrocesos en el rally alcista. Sin embargo, la Tendencia, claramente sostenida por la DMA de 25×5, ha permanecido vigente en todo momento.
Llegados a este punto, con los conceptos que ya hemos aprendido, la aplicación de las DMAs, Retrocesos y Expansiones Fibonacci y Niveles de Soportes, Resistencias y Confluencias, ya podemos aplicar la estrategia “Double RePo” que es una de las técnicas que componen el Método DiNapoli, y que nos avisa de un probable cambio inminente en la Tendencia del Mercado.
Tomando como referencia la DMA de 3×3 para determinar la dirección de precio, estaremos atentos ante cada primer cierre que se produzca al otro lado de la dirección en curso.
Vamos a poner el ejemplo de una Double Repo Bajista (me refiero a un patrón con implicaciones bajistas). No nos servirá cualquier corte de la media móvil que cierre por debajo de la misma.
Necesitamos revertir un movimiento anterior lo suficientemente fuerte y limpio, de al menos 8 velas, en el cual todos los cierres hayan permanecido por encima de la media, y podamos considerarlo un impulso.
Como puede apreciarse, en los 4 ejemplos anteriores el cruce y cierre de la vela al otro lado de la media se produce después de movimientos bastante definidos, con todos sus cierres en el lado de la fuerza “todavía” predominante.
Siguiendo con el ejemplo de la Double Repo Bajista, después de este primer cierre por debajo de la DMA 3×3, esperaremos una nueva subida con nuevo cierre por encima de la DMA alcanzando máximos parecidos al máximo inicial pero en un movimiento de menos periodos, formado por menos velas que el primero.
Y finalmente una segunda caída y un nuevo cierre por debajo de la DMA. Ese segundo cierre por debajo de la DMA es nuestra señal de dirección, nuestra señal de entrada y nuestro gatillo para cortos.
Y el panorama bajista se mantendrá hasta que
1. la caída alcance el 161.8 de la expansión fibo del swing bajista que se ha formado en la figura;
2. una nueva subida a modo de pullback supere el nivel del 61.8 en un retroceso alcista, cerrando por encima de ese nivel. Si el precio penetra pero no cierra por encima de esa zona, la señal bajista seguirá siendo válida;
3. vuelva a producirse un nuevo cierre de vela por encima de la DMA 3×3;
En este ejemplo, se observa cómo el precio, después de romper hacia abajo la DMA por segunda vez, se dispara rápidamente al objetivo del 161.8% de la expansión. Si hubiéramos esperado al Pullback para tomar un mejor precio y una menor distancia hasta nuestro stop (un stop que situaremos justo por encima del punto C), el mercado no nos habría dado la oportunidad de entrar en corto y habríamos desaprovechado una señal tan clara como esta.
Para aquellos que tienen conocimientos de Chartismo, notarán que en el caso de figuras de Double Repo limpias (con máximos A y C de igual altura, mínimos en el caso bajista), se trata de Dobles Techos y Dobles Suelos, Con la diferencia de que en esta estrategia con DiNapoli y las medias móviles desplazadas, la señal de entrada suele generarse bastante antes del soporte y rotura de la figura, y el Ratio Beneficio/Riesgo es considerablemente mejor.
Con estas nociones básicas, ya somos capaces de operar los Doubles Repo. Y teniendo un poquito de sentido común y siguiendo correlaciones o aprovechando zonas de sobrecompra o sobreventa de temporalidades superiores, podemos filtrar muy efectivamente las señales de entrada al mercado.
En la siguiente entrega, filtraremos aún más las entradas y salidas, analizaremos los diferentes indicadores diseñados específicamente para este Método, y abordaremos directamente los niveles DiNapoli y zonas de Confluencia.
«Loss of opportunity is preferable to loss of capital»
Joe DiNapoli es un experto Trader, autor, instructor y Conferencista de Prestigio con una dilatada carrera de éxito durante más de 40 años.
Licenciado en Económicas, y sintiéndose atraído por los Mercados Financieros, poco a poco fue habilitando su propia sala de Trading con sofisticados sistemas de computación y comunicaciones, que se acabaría denominando “El Bunker”, y donde desarrollaría y optimizaría diferentes sistemas y programas.
De entre todos sus estudios y descubrimientos, el mayor mérito que se le ha reconocido ha sido gracias a su Método DiNapoli, fundamentado en Medias Móviles Desplazadas hacia adelante en el tiempo como indicador direccional, la aplicación de ciertos niveles Fibonacci para entradas y salidas del mercado, o la innovación con los osciladores Detrended Oscilator y Oscilator Predictor, que evalúan niveles de sobrecompra y sobreventa.
En su libro “Trading With DiNapoli Levels”, nos explica detalladamente el funcionamiento y aplicación de cada uno de estos conceptos e indicadores para sus estrategias de Trading. Desde esta sección en nuestro blog, intentaremos abordar también un poquito sobre ello.
El Método DiNapoli
Antes de ahondar en los distintos indicadores, herramientas y señales, Joe pretende hacer comprender al Trader poco experimentado de la diferencia entre los conceptos “Dirección”, “Tendencia” y “Movimiento”.
De alguna manera, y sin entrar en definiciones que podrían distraernos de lo que realmente nos preocupa, que es la utilidad final de cada uno de estos términos:
-La Tendencia define el movimiento general del mercado en el plano temporal más amplio que trabajemos. Es decir, si se mueve hacia arriba o hacia abajo.
-La Dirección mide exactamente lo mismo, el movimiento del mercado, pero en el plano más corto.
En resumen sería algo así como si la Tendencia nos mostrara la fuerza predominante alcista o bajista en una imagen panorámica y la dirección nos lo detallara más aún gracias a un zoom en primer plano.
En muchísimas ocasiones podrá ocurrirnos que la Tendencia nos indique fortaleza alcista y la Dirección muestre fortaleza bajista, o viceversa. En los casos que ocurra así, SIEMPRE el sentido de la Dirección prevalecerá sobre el de la Tendencia. Es decir, esperaremos que el precio continúe moviéndose, al menos en el corto plazo, hacia el mismo lado que nos señale nuestro indicador de dirección. De modo que, siempre que surja esta situación, recuerda que LA DIRECCIÓN ANULA LA TENDENCIA.
-El término Movimiento abarca Dirección y/o Tendencia. Si la Tendencia es alcista, el movimiento será alcista. Si la Dirección es alcista, el movimiento será igualmente alcista. En caso de que ellas no se correlacionen en el mismo sentido o no tengamos claro si predomina la fortaleza alcista o bajista, no nos arriesgaremos a determinar el Movimiento del mercado.
El Método DiNapoli utiliza herramientas e indicadores que, aplicados y configurados con diferentes parámetros, nos informan tanto de la dirección como la tendencia del movimiento de los precios. Medias móviles, MACD, Stochastic, Fibonacci, y los Detrended Oscillator y Oscillator Predictor que él mismo diseñó para mejorar notablemente las señales de entrada y de salida del mercado.
DMAs: Joe buscó filtrar señales prematuras incorporando a las medias móviles una desviación de X períodos hacia adelante en el tiempo. Las DMAs (del inglés “Displaced Moving Average”) que mejor funcionan son las medias simples al cierre de 3 periodos desplazadas 3 periodos, las de 7 (también simples y al cierre) desplazadas 5 periodos, y las de 25 (simples y al cierre) desplazadas también 5 periodos. A partir de ahora nos referiremos a ellas como 3×3, 7×5 y 25×5, respectivamente. Son realmente efectivas en temporalidades diarias, semanales y mensuales.
La importancia radica en combinar varias de ellas. Las medias móviles más cortas nos informarán de la dirección del mercado (modo “zoom”), mientras que las medias móviles más largas, nos informarán de la Tendencia predominante más a largo plazo.
Podríamos utilizarlas en multitimeframes, por ejemplo, esperando una correlación en semana y diario, teniendo como indicador de tendencia la DMA de 25×5 en diario y la DMA de 7×5 en semanal.
La combinación de un Stochastic rápido (configurado con los parámetros en 8,3,3, en lugar del clásico 14,3,3, que es más lento) y un MACD ( también con una configuración alternativa “Fibo” de 8,18 y signal=9), formado por DEMAs (Dual Exponencial Moving Averages) permite observar tanto los pequeños envites como la verdadera fuerza predominante del mercado. El stochastic nos sirve como señal débil (vamos a utilizarlo como indicador direccional) en sus intentos de provocar cambios en la tendencia, que se convierten en verdaderas señales cuando se sincronizan con la dirección del MACD, que nos mostrará la Tendencia general del precio. Estas sincronizaciones suelen coincidir con finales de retroceso en niveles Fibonacci.
El Método DiNapoli gira en su mayor parte en torno a Niveles de Fibonacci. Busca lo que se denominan Focos (final de un movimiento fuerte e inicio de otro movimiento en sentido contrario) y puntos de reacción (cada una de las cimas o de los valles que se han producido entre varios Focos). En el siguiente gráfico podemos observar 3 puntos de reacción que se han formado como producto de varios swing, hasta el último nivel alcanzado, que para nosotros será el Foco de todo ese movimiento y de dichos 3 puntos de reacción.
Joe DiNapoli pone especial vigilancia en los Niveles Fibonacci 38.2% y 61.8% en los retrocesos. Esos, delimitados por cada punto de inicio = Foco (nivel 0%) y cada punto de reacción de cada movimiento, nos darán dos puntos clave donde esperaremos confirmaciones de diferentes señales.
En la siguiente imagen se observan los niveles del Retroceso de Fibonacci que se inicia en el Foco y que finaliza en el Punto de Reacción 1, pero existirían otros dos despliegues, que también iniciarían en el Foco, y acabarían en los puntos de reacción 2 y 3. Por motivos de ilustrarlo lo más claramente posible, solo mostraremos el último movimiento de los tres, pero en cualquier caso, en este swing habríamos tenido 6 niveles fibo a tener en cuenta: un 38.2 y un 61.8 por cada uno de los retrocesos de los tres movimientos fuertes (Foco-1, Foco-2 y Foco-3).
Además de los retrocesos, también estaremos muy pendientes de las expansiones de Fibonacci en los niveles 61.8%, 100% y 161.8%.
La aplicación técnica de estos niveles es la siguiente:
1 – Las zonas donde se sitúan los retrocesos al 38.2 y al 61.8 serán donde esperaremos que los precios encuentren soportes y resistencias y se devuelvan, y donde ingresaremos nuestras órdenes, si las condiciones óptimas del mercado se mantienen (luego estudiaremos sobre ello), a favor de la Tendencia o dirección dominante.
2 – Las expansiones en el 61.8, el 100 y el 161.8, serán los niveles del punto de contracción, punto objetivo y punto de expansión, respectivamente, donde esperaremos al precio para tomar utilidades de nuestras entradas. Que decidamos uno u otro nivel de salida dependerá de los niveles de sobrecompra o sobreventa en los que se encuentre el precio, zonas de resistencia o soportes que pueda haber en nuestro camino hacia esos objetivos, nuestra agresividad como traders, etc… (esos aspectos también los trataremos más adelante).
A la hora de analizar un gráfico, debemos de tener en cuenta, en primer lugar, los focos desde donde se generan cada uno de los swings. Si tenemos un gran movimiento alcista con 3 pequeños swings que hacen máximos y mínimos cada vez más altos antes de que la tendencia se revierta, el foco será el final de ese movimiento, que además controlará cada uno de los 3 puntos de reacción (los valles o mínimos del rally) y ese movimiento final constará de 4 niveles Fibonacci (Joe DiNapoi los denomina FibNodes) importantes y a tener en cuenta, que son el 38.2 y el 61.8, tanto del último pequeño swing (desde el último valle) como los relativos al movimiento total alcista.
Los Puntos de Confluencia ( zona donde coincidan varios niveles fibonacci de diferentes movimientos) así como una señal de confirmación (que veremos más adelante) nos informarán de los posibles puntos que podrían actuar como soporte cuando el precio se acerque a esos niveles y donde se espera pueda rebotar.
Pero para ello, deberemos tener clara la dirección o tendencia que prevalece y operar siempre a favor de la misma.
(En los próximos días estaremos publicando la segunda parte al Método DiNapoli. Permanece atento a nuestras actualizaciones. De momento, y hasta esas incorporaciones, tenemos material suficiente para comenzar a asimilar todos los conceptos básicos.)
IMPULSOS Y RETROCESOS
LÍNEAS DE TENDENCIA: TENDENCIAS ALCISTAS Y VALLES; TENDENCIAS BAJISTAS Y CIMAS
La experiencia demuestra que hay ocasiones en las que, a pesar de llevar los precios una secuencia de altos y bajos cada vez más altos y seguir escalando poco a poco, hay ciertas señales inequívocas que vaticinan un cambio inminente en el Mercado.
Las Tendencias deberían caracterizarse por tener impulsos rápidos y recorrer mucho precio, y retrocesos lentos que se mueven en rangos relativamente estrechos.
Los retrocesos vienen a ser descansos que efectúan las Tendencias, y generalmente suelen darse cuando los Traders toman utilidades al alcanzar los impulsos sus zonas de Tarjet o niveles de soportes o resistencias. Son movimientos en los que el precio, al carecer de la fuerza que no imprimen compradores ni vendedores, se mantiene relativamente enrangado sin superar Máximos en las Tendencias Alcistas o Mínimos en las Tendencias Bajistas.
Los impulsos, por el contrario, al ser movimientos que se caracterizan por su fuerza y velocidad, no deberían dibujar movimientos canalizados, ni ningún tipo de figuras en general. Todas las Figuras Chartistas surgen en los movimientos correctivos o como síntoma de Impulsos debilitados.
Una cuña alcista, por ejemplo, nos muestra la dificultad del precio de alcanzar nuevos máximos. El Mercado continua validando nuevos Valles, lo cual es una señal inequívoca de que la Tendencia no ha cambiado, pero los impulsos cada vez son más pequeños. Si a esto se le suma que el precio pueda estar necesitando más tiempo para romper las últimas resistencias, es muy probable que la Tendencia esté próxima a finalizar.
Ocurre lo mismo con un HCH.
Tras un último Máximo que se devuelve en exceso (primer Hombro), lo cual ya debe ponernos en guardia, el precio consigue romper todavía ese nivel de Resistencia. Sin embargo, un nuevo retroceso profundo (Cabeza) nos vuelve a avisar de la dificultad para seguir el ascenso de la cotización. La confirmación llegará en el momento en el que un último intento por romper la resistencia más reciente carece de la fuerza suficiente para hacerlo, y tras confirmar la debilidad al romper la línea de tendencia o de aceleración por el lado contrario (segundo Hombro), el Mercado terminará desmoronándose.
Lo mismo podríamos decir de los Dobles y Triples Techos, y también de todas sus correspondencias para los Mercados Bajistas.
Con los Triángulos, Rectángulos, Banderas, etc, ocurre parecido. Todas estas Figuras aparecen durante a formación de los Retrocesos, es decir, son parte de ellos. No Validan nuevas Cimas o Valles, y el Precio, de alguna manera, tiende a contraerse en rangos reativamente pequeños, algo característico de un Retroceso: Consume demasiado tiempo para recorrer poco precio. Habremos de esperar a la rotura de la Figura con Fuerza y Velocidad para determinar en qué sentido se mueve la Tendencia y comienza el siguiente movimiento impulsivo, que es el que verdaderamente nos interesa.
Debemos recordar que la Tendencia es nuestra amiga y procuraremos siempre operar a favor de ella. O lo que es lo mismo, subirnos al inicio de los impulsos y movernos con ellos, tomando ciertas utilidades y beneficios parciales de vez en cuando, aprovechando las zonas de descanso y retrocesos.
Una de las primeras lecciones que acabamos aprendiendo los Traders, generalmente a base de errores, es que hay momentos en los que el Mercado se mueve con movimientos limpios y rápidos, y otros en los que difícilmente se mueve y cuando lo hace, no muestra lógica ninguna. En esos momentos ilógicos, conviene permanecer al margen y no operar arriesgando nuestro capital de un modo innecesario.
Hay expertos que dicen que los Mercados pueden moverse haciendo una de tres cosas. Impulsarse, retroceder (o descansar) y mantenerse laterales. Bajo nuestro punto de vista, los movimientos laterales deberían ser tenidos en cuenta como retrocesos que se mueven y descansan en un determinado rango de precios, como a la espera de concentrar nuevas fuerzas para los siguientes movimientos impulsivos.
Así pues, a nuestro modo de ver, las tendencias se desarrollan exclusivamente a base de Impulsos y Retrocesos. Y debemos reconocerlos si pretendemos ser rentables en el Trading.
Los Impulsos son los movimientos que básicamente mueven los mercados. La rotura de niveles históricos importantes hacen que la mayor parte de operadores se pongan de acuerdo en la misma dirección y se generen los movimientos fuertes y rápidos que son los que llevan al precio a su antojo, generando las Tendencias.
Los Retrocesos, al contrario, se generan en momentos de indecisión, cuando los precios no son capaces de superar ciertos niveles importantes, o los operadores deciden tomar utilidades y recoger los beneficios generados de su participación de los movimientos fuertes.
Estas zonas de indecisión suelen ser un tanto peligrosas. En ocasiones, pueden venir de la mano de señales que nos inviten a ingresar al mercado en esa dirección por patrones de reversa, divergencias con indicadores, etc. Pero conviene saber que los retrocesos nunca llevarán la fuerza de los impulsos, no sabemos cuánto pueden durar y lo que es peor, quizá no sean más que pequeños descansos que se vuelven en nuestra contra nada más ingresemos al mercado.
Una de las frases más importante del Trading es que «La Tendencia Debe Ser Nuestra Amiga». Por lo menos en los inicios, siempre deberíamos operar a favor de las Tendencias, es decir, solo en aquellos movimientos que consideramos impulsos. Y operar a favor de los retrocesos sólo cuando intentemos adelantarnos a los posibles cambios de las Tendencias cuando observemos debilidad en los impulsos, incapacidad de alcanzar nuevos precios extremos (máximos o mínimos dependiendo de la Tendencia), divergencias con indicadores o roturas de líneas de tendencia y niveles importantes. Y operaremos a favor solo de aquellos Retrocesos que creemos vayan a ser los nuevos Impulsos en el sentido contrario.
No merece la pena tomar demasiados riesgos a la hora de operar. Los retrocesos conllevan un riesgo excesivo que no tenemos la necesidad de afrontar. Siempre habrá nuevas y mejores oportunidades, de hecho hay montones de oportunidades prácticamente cada día, operando únicamente a favor de las Tendencias, en los movimientos Impulsivos.
En el siguiente post explicamos en varios videos, «in situ», con gráficos y rotulador en mano, «La Psicología de las Tendencias y las Diferencias entre Impulsos, Retrocesos y descansos«, y la importancia de identificar cada movimiento para posicionarnos en todo momento en el bando de los fuertes.